El oro es un metal de color amarilo y brillo característicos, que se encuentra muy distribuido en la naturaleza aunque en muy pequeñas proporciones (0,005 ppm). Es prácticamente inalterable, no le afecta el aire, el calor, la humedad ni la mayoría de los agentes químicos, muy blando (2,5 en la escala de Möh), extremadamente dúctil y maleable, que funde a poco más de 1.000 ºC y con un peso específico de 19,3
En estado puro es el más dúctil y maleable de los metales conocidos. De su capacidad para ser transformado en hilos (ductilidad), baste decir que con 29 g. de oro puede hacerse un hilo de 100 Km de longitud y respecto a su capacidad para transformarse en láminas (maleabilidad) que, golpeándolo simplemente con un martillo puede obtenerse una lámina de tan solo 0,0001 mm de espesor denominada pan de oro.
El color de una pieza de oro puro es ciertamente amarillo, sin embargo cuando se divide finamente toma un color rojo, pardusco o negro, finamente laminado muestra un color verdoso, en suspensión coloidal muestra un color rojo desde el rubí al púrpura. Hay dos óxidos de oro, monovalente y trivalente, cuyos colores son azul y pardo respectivamente. El conocido como oro verde usado en joyería contiene cobre y plata, en tanto que el llamado oro blanco contiene cinc y níquel, platino, paladio u otros metales blancos.
Además de para joyería y fabricación de moneda, el oro también se utiliza en forma de láminas para dorar y rotular. Un precipitado de oro finamente dividido e hidróxido de estaño, formado a partir del cloruro de oro y cloruro de estaño y conocido como púrpura de Cassius es utilizado para dar color rojo al vidrio y cristales (p.e., para intensificar el color de los cristales de rubí). Para realizar dorados electrolíticamente se utiliza cianuro de oro y potasio. También se utilizan en odontología, preparados farmacéuticos para tratar ciertas dolencias y sus radioisótopos son empleados en biología y radiología.