El oro se encuentra repartido por la mayoría de la corteza terrestre, aunque en proporción muy escasa (lugar 75 de abundancia), y en el agua de mar en proporción variable de 5 a 250 partes por 100 millones, lo que da más de 9 millones de Tm, pero su extracción sería más costosa que su valor de mercado. El oro cristaliza en la clase hexaquisoctaédrica del sistema cúbico, formando octaedros, rombododecaedros y más raramente cubos.
Se presenta el oro nativo en dos clases de yacimientos: primarios en los que el metal está en la misma roca en la que se formó, casi siempre de tipo filoniano y origen hidrotermal, en forma de pequeños granos acompañandos de cuarzo, pirrotina, baritina, carbonatos, etc. y secundarios, originados por meteorización del metal en los primeros con transporte y sedimentación posterior del oro en forma de pajitas o pepitas creando depósitos muy típicos llamados placeres.
También se encuentra oro en aleación con otros elementos como la plata (electro, u oro argentífero), el paladio constituyendo la porpezita, con el rodio en la rodita, así como en amalgama con mercurio de hasta un 40 % de riqueza, o combinado con teluro y asociado a la plata a en la calverita y silvanita, también en mínimas proporciones en piritas de hierro o galena.
La roca de mayor tamaño jamás encontrada, la Welcome Stranger, tuvo lugar de forma casual en el año 1869 en Victoria (Australia) al colisionar un vagón contra la superficie del suelo y ponerla al descubierto.
La forma de extracción del oro depende del tipo de yacimiento. En los placeres o depósitos aluviales el método más extendido es el lavado en batea (fuente circular con una cavidad en el fondo), en la corriente suave de agua que arrastra la arena depositándose en la batea el oro, más pesado. Cuando el yacimiento es de tipo filoniano se arranca, tritura y lava el material por procedimientos mecanizados mucho más sofisticados y eficientes.
Tras ello, las arenas auríferas son tratadas con mercurio (método de amalgamado), o de cianuro sódico (método de cianuración) obteniéndose un complejo cianurado de oro. Utilizando posteriormente un proceso de destilación (o calcinación si el oro está combinado con teluro), se extrae el oro que se funde y da forma de lingotes. Hay que señalar que para que este proceso resulte rentable la concentración de oro ha de estar de al menos una parte por cada 300.000 partes de material.
Para obtener oro de la calidad necesaria para joyería es necesario proceder a su afinado mediante un procedimiento electrolítico que consiste en hacer circular una corriente eléctrica (contínua) entre los dos electrodos de una cuba utilizando una disolución de cianuros o cloruros. Como ánodo se dispone el metal impuro y como cátodo una barra de oro puro que irá engrosando al depositarse sobre ella el oro procedente de la disolución a costa del ánodo. Se obtiene así un oro fino de gran pureza, del orden del 99,99 %, que se comercializa en forma de lingotes de diverso tamaño por empresas homologadas por el mercado especializado. También se puede obtener oro como subproducto en el proceso de afino electrolítico del cobre.
La producción de oro, que ha variado mucho en cantidad y países a lo largo de la historia, en la actualidad Sudáfrica, con yacimientos en Transvaal y Witwatersrand, es el mayor proveedor, con una producción anual que ronda las 700 Tm., seguido de la URSS, cuya producción real se desconoce pero se estima que el 80 % de la producción mundial proviene de estos dos paises. Hay varias decenas de otros países que producen oro en cantidades comerciales, muy por detrás de aquellos, como, Estados Unidos, Australia, Canadá, China o Brasil y aún en menor medida México, Chile y Colombia.
Una vez afinado, el oro entra en el tráfico comercial y su precio se determina en los grandes centros de contratación: New York, Zurich, Paris y sobre todo Londres, aunque una parte importante del oro en circulación (un 25% aprox.) se comercia en el mercado libre. A pesar de la consideración que el oro siempre ha tenido como refugio seguro del dinero dada la estabilidad de su precio (al menos a corto plazo), lo cierto es que este ha ha tenido grandes oscilaciones en el tiempo (ver gráfica de la izquierda).
En 1971 se suprimió la convertibilidad dolar-oro que mantenía EEUU, estableciéndose una paridad del dólar con este metal, lo que supuso de hecho una nueva referencia para las economías occidentales en torno al patrón-dólar en las que ya no es tan imperativo respaldar el papel-moneda con reservas en oro.