Turmalina

Comprenden este grupo un conjunto de minerales cuyo componente principal son el Si y el Al casi en iguales proporciones (un 75% del total) y el resto se compone de ácido bórico, magnesia, óxido ferroso, cal, potasa, sosa o litio, aunque nunca están todos presentes al mismo tiempo.

Es la especie con mayor gama de colores (a veces varios), que se usan para calificarlas, aunque las variedades más comunes suelen tener nombres propios: la rubelita, de color rojo o rosa; la indicolita de tonos azules; la acroíta, muy escasa, es incolora; la dravita, de color pardo; la verdelita, de tonos verdes; la siberita, de azul violeta a púrpura; el chorlo, de color negro; y otros nombres no recomendables por inducir a confusiones. Las que tienen el centro rojo rodeado de verde se llaman “sandías”. También hay ojos de gato, aunque solo son interesantes en las variedades verde o rosa.

Presentan propiedades piroeléctricas electrizándose por frotamiento. Por tratamiento térmico a temperaturas medias (en torno a los 600º) cambian su color aunque no siempre en igual sentido.

Los yacimientos más importantes están en Brasil, que ha proporcionado notables ejemplares, Sri Lanka, USA, Madagascar, Zambia, Zimbabwe, Tanzania, Zaire, India, Birmania, Afganistan, Pakistan y Nigeria, entre algunos otros.

Dado su amplio espectro de colores pueden ser confundidas con muchas piedras preciosas, entre ellas: la amatista, la esmeralda, eltopacio, el crisoberilo, el demantoide, la andalucita, la kunzita, el peridoto, el citrino, la morganita, el zircon, la hiddenita o laprasiolita, así como algunos vidrios. Aunque se puede sintetizar, este proceso no tiene interés comercial y no es infrecuente que se denominen turmalinas sintéticas lo que no son sino espinelas sintéticas de similares colores.